viernes, 23 de octubre de 2015

Libertario Hernández Illescas



Libertario Hernández Illescas nacido en 1915 en Estepona-Málaga, de profesión albañil, se incorporó en el movimiento libertario de adolescente convirtiéndose en un activista reconocido por la comarcal de Algeciras, la zona de Gibraltar y en Málaga, especialmente durante la guerra civil y la revolución.

Al final del conflicto logró alcanzar la ciudad de Alicante y embarcar en el “Stanbrook” (pasajero 365). Al lado de una infinidad de compañeros sufrió las consecuencias de numerosos campos de concentración en Argelia incluyendo Bouarfa y Colomb-Béchar donde fue enviado como esclavo para trabajar en la construcción del tran-sahariano.

Después de la segunda guerra mundial se instaló en Casablanca donde continuó militando en las filas de la federación local de la CNT en el exilio. “El Libertario”, apodo que le pusieron los compañeros en Casablanca, fue también un activo miembro de la Asociación Cultural “Armonía” al lado de su compañera Carmela y de su hijo al que también llamo Libertario, al cual los hijos de los refugiados le pusimos el mote de “Libe” para diferenciarlo con su padre. Este joven muchacho, compañero escolar y acompañante de las aventuras que vivíamos todos los hijos que nacimos en el exilio, murió a comienzo de los años 70, en un accidente de coche viajando de Bruselas (donde estaba trabajando) a Lieja para pasar el fin de semana con su madre.

“El Libertario” entusiasmó a mi padre Vicente Ruiz Gutiérrez de cambiarse a un piso que se había quedado vacío al lado del suyo en el primer piso del 44 Route Oulad Ziane. Fuimos vecinos desde mediado de 1959 hasta abril de 1961, conviviendo durante este tiempo las dos familias en forma colectivista.

Con las dificultades que se fueron desarrollando en Marruecos “El Libertario” junto con su familia decidieron tomar rumbo hacia otro país que los acogiera, también nombrando Australia como otro punto geográfico favorable, como lo hicieron muchos otros compañeros. En numerosas ocasiones le mencionaba al compañero Vicente Ruiz Gutiérrez, “Vicente nos vamos para Australia y nos colocamos de barrenderos, porque dicen que allí los barrenderos van limpiando las calles fumándose puros”

En 1964 se expatrió con su familia a Bélgica estableciéndose en Lieja y continuó militando en la FL de la CNT.

“El Libertario” murió en Lieja el 14 de julio de 1967, en un accidente de trabajo: mientras estaba esperando para cargar un camión en la fundición Cockerill de Ougrée le cayó encima desde varios metros de altura una carroza que transportaba varias toneladas de acero achicharrándolo inmediatamente.

A comienzo de los años 70, su hijo el joven “Libe”, murió en un accidente de coche, viajando de Bruselas (donde estaba trabajando) a Lieja para pasar el fin de semana con su madre.

Carmela la libertaria, como era conocida, murió la pobre desesperada. Durante 1977 tuve la oportunidad con varios compañeros australianos hacer un recorrido por Europa visitando los exiliados de la agrupación “Armonía” que se encontraban por diferentes zonas de Europa. Cuando estuve en Bélgica visite la compañera Carmela, jamás olvidaré como la pobre me abrazo y llorando me dijo que le habían asesinado a su Libertario y Libe. Me tuvo en sus brazos por casi media hora.

Dentro de la agrupación de los hijos del exilio que nos llevábamos todos como hermanos porque en realidad esa era nuestra familia, se desarrolló un pequeño grupo de cinco jóvenes que estábamos siempre juntos Libe, Floreal, Delio, Andrés y yo mismo.

Y naturalmente al verme, la pobre Carmela recordó todas esas memorias.




*Notas logradas de:
Enciclopedia del anarquismos español de Miguel Iñiguez.
Espoir del 19 de Noviembre 1967

Fuente: Recuerdos personales de Vicente Ruiz (hijo) del libro Memoria Histórica de la Asociación Cultural Armonía.

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